Te despiertas una mañana, con su risa, su olor, su boca, sus ojos...como si hubieras dado media vuelta y ahora pudieras saborear el pasado. Todo lo que te perdiste, todo lo que no hiciste, todo lo que en su día, no pudiste valorar...
Y como todo, aunque hayan pasado cinco minutos, ya es parte de tu pasado, y ahora tienes que guardar eso vivido, y empezar de cero. Otra vez.
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