lunes, 2 de diciembre de 2013

Cuestión de segundas oportunidades

Creo que todos debemos conceder una segunda oportunidad, incluso una tercera o una cuarta, dependiendo del daño que hayas causado y a quien. 
Pongamos el ejemplo de dos manos, la mano derecha siempre araña a la izquierda, y después la cura. La cura tanto, que a la otra se le olvida todo lo malo. La mano derecha siempre le perdona, pero acaba sufriendo de nuevo. ¿En qué momento debería dejar de perdonar? ¿En qué momento, dejar de sufrir?
Poco a poco los arañazos, van dejando marca y las cicatrices ya no se curan. Llegará el día en el que la mano izquierda, jamás, volverá a ser la misma. Está tan dolida, que ya no se parece a la mano derecha, antes, la gente hasta las llegaba a llamar iguales, pero el tiempo ha pasado para ambas. 

La verdad, es que ha sido un ejemplo bastante raro. Pero lo que quiero llegar a expresar, es ¿en que momento la mano podría haber dejado que curaran sus heridas? ¿Sería hoy una mano más joven, más feliz?
Hay heridas que no curan y que aunque dejen de doler, van a seguir ahí para siempre, es por eso que debemos saber actuar. 
Desde el punto de vista de la Educación Social, veo muy importante este aspecto.

Perdonar es algo muy positivo, y yo veo que este concepto la sociedad no lo entiende. Un delincuente comete un error (hay muchos grados de error), pero va a la cárcel y cuando sale de allí, todo la sociedad le señala y no le vuelve a dar la oportunidad de ser como los demás. Creo que esto es algo negativo de la sociedad y que muchas veces, por esta razón, no se consigue la inserción. (También está que las penas que se imponen no ayudan a las personas en absoluto)
Deberíamos dar mil oportunidades a cada persona, pero solo si estas oportunidades no dolieran demasiado. Que un asesino salga de la cárcel y vuelva a matar, tiene un dolor muy grande para la familia de la victima, pero también para la sociedad.
No solo hay que pensar en dar oportunidades, hay que pensar en que con cada nueva oportunidad, puedes arrebatar oportunidades a otros... 
Y al final acabaríamos con una mano llena de cicatrices, que sería la sociedad. Por ello hay que darle la importancia que se merece a la reinsercion, rehabilitación, resocialización, y sobre todo al aprendizaje de los errores. Y no debemos pensar solo en los derechos de los delincuentes, sino también en sus deberes como ciudadanos y pensar en los derechos de las víctimas, que por desgracia, se quedaron atrás.


2 comentarios:

  1. tienes razon a los delincuentes abría que cortarles en la mano hasta qe no se curasen

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  2. http://pbs.twimg.com/media/BG_EYKZCMAAjCAu.jpg:large

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